Por Víctor Hugo Rodríguez Cortez
Lo que para muchos la elaboración de tamales es un gran trabajo, para David López Quintero y su
esposa Martha, es una delicia, ya que ambos comparten esa noble tarea gastronómica y no solo
por gusto la desarrollan, pues es una parte importante para sus ingresos económicos.
Con varios anos de jubilado en el magisterio, y en virtud de que su pensión no es tan alta como
quisiera, se dedica a hacer trabajos pequeños de electricidad, plomería, albañilería, también le
hace al panadero ya que elabora donas azucaradas, por cierto muy ricas, pero lo que le atrae
mucho más, es la elaboración de tamales.


Es un trabajo que le apasiona, mire no sabe estar quieto, dice su esposa Martha, desde que
amanece hasta que oscurece, se la pasa haciendo cosas en casa, siempre haciendo algo todo el
día, es muy hacendoso, inquieto, pero siempre atento a lo que hace falta.
Una de las cosas que le fascinan es la elaboración de los tamales, ese es su fuerte, entre los dos
preparan la carne, la verdura, la masa y las hojas para tamal.
Para prepararlos es necesario guisar la carne, de puerco o res, humedecer y lavar las hojas, se le
pone la masa en la hoja, enseguida la carne preparada, después se le incorporan las verduras,
calabaza tierna, rajas de papa, zanahoria, rajas de chile morrón, verde y rojo, tomate y chile
serrano, después se les envuelve y se amarran los extremos, para enseguida meterlos a una olla
vaporera por varios minutos, al final quedan unos ricos tamales de carne.
A pesar de que los autores de esa delicia gastronómica son personas de la tercera edad, no limita
sus ganas de continuar con esa sabrosa tradición.

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